Redes Sociales: jaque mate a la Teoría de la Agenda Setting
Siempre
ha resultado de gran importancia para la comunidad académica estudiar las
distintas funciones que los medios de comunicación cumplen en la vida social
del individuo. Desde hace algunas décadas varios teóricos han intentado dar
respuesta a este paradigma comunicacional. Entre ellos se encuentran Maxwell
McCombs y Donald Shaw, de la escuela funcionalista, quienes en 1972
desarrollaron la eminente Teoría de la Agenda Setting. "The Agenda-setting
function of the mass media", publicado en la revista Public Opinion
Quarterly, se basó en estudiar cómo la selección u omisión de temas que
los medios masivos hacen en sus publicaciones, influye de forma considerada en
la jerarquización de cuestiones a debatir en la agenda de opinión pública que
se forma a diario. Es decir que las agencias productoras de noticias estarían
determinando el interés informativo del consumidor, y el espacio que se le
dedica a cada asunto.
Hoy en día, y como el propio McCombs resaltó
en una nueva edición de su investigación en 2004, “la teoría de la Agenda-Setting es un complejo mapa intelectual
que aún se halla en proceso de evolución”. Luego de casi cuarenta años de
estudios, y con algunas innovaciones tecnológicas encima, se pone en duda la
cuestión de si realmente son los medios quienes configuran la agenda pública y
no son, por el contrario, los consumidores de la misma quienes redefinen su
contenido. Existe un factor determinante que se ha incrustado de lleno en el
marco de la vida en sociedad durante el último tiempo y que pone en jaque ésta
hipótesis: El Internet 2.0.
Desde que esta nueva forma de difundir y
acceder a la información se hizo presente en la vida cotidiana del ciudadano
promedio, se han manifestado evidentes consecuencias en sus niveles de
sociabilidad y se han producido numerosos debates en torno a la cuestión de su
autonomía. Según Manuel Castells, un sociólogo especialista en el tema, la
estructura social que se formó gracias a la nueva sociedad de redes globales no
sólo incrementó valorativamente la cultura de la autonomía, sino que favoreció
ampliamente el nivel de sociabilidad. Si se tienen en cuenta ambos factores, se
observará la clave de la denominada: individualización del sujeto social. Esta
categoría, en parte construida a través del uso de la Web, brinda a sus
usuarios una libertad infinita. Aquella que, como explica el autor, les
permitirá ampliar diferentes habilidades como el desarrollo profesional, el
espíritu emprendedor, la autonomía del cuerpo, la participación socio-política,
la autonomía personal y la autonomía comunicativa.
Otro resultado que se generó a partir del
nuevo sistema de redes globales, es decir sin límites, es una potenciada
democratización de voces que se alzan para expresar y difundir los diferentes
puntos de vista. Y más allá de los problemas de veracidad y
credibilidad de contenido que se pueden generar a partir de lo que cada
individuo decide subir a Internet, se da un interesante proceso de interacción
que dibuja un mapa muy claro de los tópicos que realmente son de relieve para
las distintas sociedades. Es decir que el desarrollo de las tecnologías ha
propiciado que la opinión pública disponga de un nuevo espacio de discusión: el
digital. En este sentido, la multitud de plataformas que se han implementado
desde la última década (foros, blog y redes sociales) ha desempeñado un papel
fundamental como altavoz y reflejo del interés social.
Ahora bien, atendiendo a la nueva lógica de
funcionamiento de los grandes medios de comunicación, basada en el sistema
capitalista, resulta pertinente hacer eco y reflexión de su verdadera
finalidad: generar ganancias. Teniendo como premisa ese cambio de propósito y
prestando especial atención al mapa de interacciones que trazan los usuarios,
los medios tradicionales se han interesado, y en el último tiempo de forma
acentuada, por el análisis de su “lector modelo”.
Esa
construcción de la realidad social que aparentemente constituían los mass
media, ha dado un giro copernicano gracias a la presencia de las redes
sociales. Estas herramientas de acción social juegan un papel fundamental como
iniciadoras o amplificadoras de las conversaciones públicas en un coro
inagotable de voces, imágenes e intercambios. La nueva estrategia de los medios
consiste en intentar ser parte, pero de un modo implícito. Se trata más
exactamente de conseguir usuarios que a diario difundan y certifiquen la
vigencia e importancia de sus publicaciones.
Para englobar esta nueva actitud de los
medios de producción y difusión de información existe un concepto proveniente
de la jerga del Mercado que se ha empezado a utilizar en el mundo del
periodismo en redes sociales. El engagement o compromiso en español, refiere en
Marketing a la fidelidad que se genera entre el comprador y una determinada
marca o producto. Trasladado al consumo digital de noticias, se puede
observar que los medios en general, buscan usuarios que sean leales a su sitio.
Las consideraciones esenciales para alcanzar resultados óptimos son dos: la
adquisición de información sobre el cliente y la adopción de medidas en base a
esa información, para tratar de ofrecer experiencias. A raíz de esto, han
surgido numerosas estrategias de indagación en pos de la obtención de datos en
forma de estadística. Esta cifra es la que posteriormente configurará la aparentemente
representativa agenda de debates.
Con la aparición de las redes sociales, los
usuarios fueron adquiriendo protagonismo en el seno de una dinámica que se basa
más en el efecto de la publicación que en el contenido. Entonces, puede
resultar muy común que los grandes sitios tiendan a estudiar a su lector
modelo, teniendo muy en cuenta los comentarios y, ahora “reacciones”, a las
piezas, imágenes o videos que se publican. El receptor actual cuenta con
grandes instrumentos para expresar lo que opina de esa cuestión, ya sea
colocando “like”, comentando o compartiendo (“retweet”, “repost”) aquel
contenido que efectivamente es digno de ser discutido.
Por otro lado, es posible que sean los mismos
medios quienes ofrezcan una parte de la variedad de temas a debatir, pero son
los usuarios quienes en última instancia tienen el poder de decidir qué temas
pasan a formar parte de “lo de ayer” y qué cuestiones siguen en disputa. Muy
atrás quedó aquella idea de querer imponer el producto. Debido a los intereses
económicos que entran en juego en la actualidad, son los medios quienes desean
informarse sobre lo que el consumidor quiere consumir. ¿Cuántas veces ha
ocurrido que prestigiosos programas televisivos deciden basar por lo menos una
parte de su contenido en el famoso Trending Topic de Twitter?
Sin embargo, luego de analizar toda la
escena, pareciera que el carácter masivo del mundo contemporáneo ha consumido
por completo la profesión del anhelado periodista objetivo, que mediante sus
investigaciones y publicaciones crea cierta conciencia sobre los hechos que lo
rodean. Con un resto de optimismo se puede decir que la irrupción de las redes
resultó un gran esclarecedor, de la situación política por ejemplo, para el
individuo. El bajo coste y la gran llegada que caracterizan al periodismo
digital lograron que pequeños medios independientes crearan de forma legítima,
verdaderas comunidades de seguidores y usuarios. Esos pequeños grupos son los
que al fin y al cabo forman parte como un elemento esencial de la lucha,
movilización y acción social.
PALABRAS EMPLEADAS:
1206
Me pareció una buena pieza, es fácil de comprender y de rápida lectura. Si bien se podría discutir acerca de la opinión que brinda su autora, en cada caso argumenta sus dichos. Por otra parte, me dio la sensación que hay muchos términos académicos o técnicos que me hacen dudar si son para una pieza de opinión.
ResponderEliminarTal vez se podría haber evitado este fragmento: "Maxwell McCombs y Donald Shaw, de la escuela funcionalista, quienes en 1972 desarrollaron la eminente Teoría de la Agenda Setting. "The Agenda-setting function of the mass media", publicado en la revista Public Opinion Quarterly", ya que vuelve engorrosa la lectura y se lo podría haber resuelto de otra manera.
Me pareció muy interesante y digno de destacar haber citado a McCombs 40 años después de su publicación (la cual cita en un principio), ya que este fragmento sirvió como eje fundamental de su pieza y da cuenta de que investigó sobre el tema.