El trabajo de los obreros sin overol
Agustín Vissio
Informarse, hace ya bastante tiempo, se ha
vuelto algo casi vital, las personas sienten, tienen o le generan la necesidad
de estarlo sea del tema que sea. Esta acción implica tomar conocimiento y
formar una idea acerca de lo que sucede, que será en base a lo que escuchan,
leen o tienen acceso. Generalmente son los medios de comunicación quienes
brindan información, volviéndose los oídos y ojos de los ciudadanos. A la hora
de recepcionar esa información entra en juego el bagaje cultural de cada uno. Probablemente
la gente no vaya a creer o aceptar todo lo que dicen, pero existen mecanismos y
estrategias que los medios ejercen para que ello suceda. Su papel se ha vuelto prácticamente
fundamental en la vida cotidiana y ha ido sufriendo cambios a partir del avance
de la tecnología.
La pieza encargada de brindar información es
por excelencia la noticia, independientemente del medio o soporte. “La noticia
es un producto”, dice Funio Colombo, periodista y escritor italiano. Lejos de
ser objetiva, es elaborada y moldeada por el periodista a partir de distintas
premisas, como por ejemplo según los intereses que tenga el medio. Para el
italiano la noticia tiene distintas formas de nacer, y ello va a depender de
donde provenga la información, quienes participan del hecho y con qué objetivo
se publicará. Quien además recalca que el periodista lee el hecho noticioso con
un prejuicio ideológico que interviene y consigue oscurecer el sentido propio
de lo sucedido a la hora de redactar la pieza o publicarla, es decir que el
hecho no es contado con objetividad como muchas veces se afirma.
“No todas las noticias que tendrían que
nacer, nacen. No todas las noticias que nacen están en relación directa con la
necesidad y el deber de informar”, postula Colombo. Los medios evalúan y
deciden que publicar en base a sus intereses políticos, culturales, económicos
y sociales. Hay temas que prefieren no divulgar porque interferiría o afectaría
negativamente a su entorno. En la década del 70 surge la teoría de la agenda setting,
que plantea la influencia de los grandes medios de comunicación sobre el
público, al determinar qué historias poseen interés informativo y qué
importancia se les da. Es decir que los medios pueden no acertar al decir cómo
pensar sobre un determinado tema, pero sí sobre qué pensar al excluir otros de
la agenda noticiosa. Imponer agenda será entonces delimitar una supuesta
realidad al dar a conocer que es lo que sucede y como. En los cafés, bares y
oficinas de trabajo se hablará y comentará de los temas que publican desde los
diarios hasta las radios, pasando por las pantallas de televisión, y no sobre
lo que excluyen. Aunque esto último ha comenzado a discutirse desde hace un
tiempo en el país.
Hoy esta teoría sigue vigente, pero ya no
solo participan los denominados medios tradicionales (radio, televisión,
diario), sino que se ha incorporado internet, que según Jesús Canga Larequi,
Catedrático de Periodismo, de ser solo un soporte se ha transformado en un
nuevo medio. Con la aparición de distintas redes sociales y distintos portales
informativos, nació la oportunidad de que más personas expresen lo que piensan
y brinden información con la posibilidad de que la misma llegue a un amplio sector
de la población. Sin embargo, sin posibilidad de contrarrestarle poder a los
medios masivos de comunicación tradicionales, internet se ha convertido en un
brazo más de ellos para continuar imponiendo su agenda.
Maxwell McCombs y Donald Shaw, expresan en
su artículo ¿Qué agenda cumple la prensa?, que el efecto más importante de la
comunicación masiva puede residir en la capacidad de efectuar cambios
cognoscitivos entre los individuos. Es decir, estructurar su pensamiento, su
capacidad para ordenar mentalmente y organizar su mundo. La sociedad tiene acceso
de lo que pasa a través de los medios. Un ejemplo llano y conciso es que si
nadie da a conocer un choque entre dos automóviles, éste nunca tomaría estado
público y por ende, para las personas, nunca existió. Lo mismo sucede, pero de
manera más compleja, en otros ámbitos como la política, donde muchas veces se
ocultan hechos para no dañar a un dirigente o partido político. Es ahí donde
reside la importancia de los medios, abren y cierran puertas de conocimientos,
regulando el contacto con lo que sucede: “la realidad está interceptada por la
presencia o la ausencia de algunos vehículos de mediación”, indica Colombo.
Los grandes medios y sus periodistas,
vestidos como si fueron uno más entre la gente, son constructores de la
realidad social y del sentido porque imponen agenda a través de sus
publicaciones. Elijen qué mostrar y de qué forma, pero fundamentalmente qué dejar
fuera del circuito informativo. Estas acciones van a influir en la gente luego
de leer, observar y escuchar las noticias. En base a esto, modificarán sus
pensamientos políticos, sociales, económicos, etcétera. Concretamente, en la
mayoría de los casos van a pensar que alguien fue culpable de un choque, si así
lo dijera el artículo que leyeron, o que un político es corrupto si en la
televisión sale un informe afirmándolo.
Marcar agenda desde una triple w o app
Actualmente, quizás las persones pasen más
tiempo con los celulares, tablets o computadoras que con los medios
tradicionales. Lo que no significa que hayan perdido terreno a la hora de
llegar a la gente, hay medios que han sabido adaptarse y agiornarse a las
nuevas tecnologías. Según los datos que brinda Alexa Internet INC, portal que
provee información acerca de la cantidad de visitas que recibe un sitio web, se
puede confirmar que los medios que marcaban agenda antes del estallido tecnológico
comunicacional, lo siguen haciendo. En los medios informativos nacionales el
que lidera en cantidad de visitas es Clarín, seguido por La Nación, Infobae,
Todo Noticias (TN), Perfil, MinutoUno, Ámbito Financiero y por último Página
12.
Por otra parte, Facebook y Twitter se
encuentran dentro de los 10 sitios más visitados de internet en Argentina, lo que
da por sentado la importancia de las redes sociales en la vida de la población.
Para demostrar su importancia en el circuito informativo, Alexa Internet INC muestra
que dentro de los cinco sitios que visitan los usuarios antes de acceder a
algunas de las páginas de los medios, Facebook siempre se encuentra entre los
cinco primeros (excepto Página 12). Si se analiza las cuentas de Twitter y
Facebook de cada medio el orden desde el que tiene más cantidad de seguidores y
me gusta, será igual que el ranking de visitas a sus webs, con la excepción de
TN que es la cuenta que más seguidores acumula en ambas redes sociales. A su
vez, los medios más vendidos en papel son Clarín y La Nación, en tanto que en
la televisión por cable TN es la señal más vista. Es decir que a pesar de que
internet y las redes dan la posibilidad de mayor expresión a cualquiera, la
agenda mediática sigue siendo marcada por los grandes medios que no son de
origen digital. Si bien utilizan las redes como una forma más de llegada,
quizás, a otro tipo de población que no alcanzan con la publicación tradicional,
la misma cada vez está cobrando más importancia.
“La realidad va a ser la de la mirada más
poderosa que observe ese hecho y pueda imponerlo a los demás. Cada una de estas
interpretaciones esconde en el fondo un favorecimiento al que la enuncia”, condena
el filosofo José Pablo Feinman. Los periodistas, palabra a palabra, click a
clik, noticia a noticia, como si cada una fuera un ladrillo, construyen la
realidad social, el sentido de las personas, algunos con trajes otros con
remeras, pero nunca con overol.
FERRARIS GUILLERMINA
ResponderEliminarLa pieza me pareció muy convincente y de fácil lectura. Apela estrategicamente a la ejemplificación mediante casos concretos para explicar de forma ilustrativa su hipótesis.
Coincido en la idea de que este "nuevo medio", el internet, posiblemente funcione como una extensión de la realidad que los medios masivos tradicionales quieren construir. Sin embargo, según el enfoque que le demos a la cuestión, varía mi opinión: si lo que se trata de analizar es si el uso de internet como medio informativo efectivamente afecta la agenda de debates que cumple la prensa masiva, y por lo tanto la realidad que ésta construye, también deberíamos cuestionarnos cuál es, en última instancia, el real objetivo del medio masivo tradicional del que se trata, imponer una ideología "bajando línea" o vender ejemplares (algo que en el soporte digital se logra creando una comunidad de usuarios que ingresen a esa plataforma para informarse a diario) Dependiendo de este factor se tomará la decisión de apelar al interés que el lector demuestra en la interacción digital, o imponer la agenda de debates en pos de otros intereses.