viernes, 2 de septiembre de 2016

El periodismo inmóvil y sus conexiones - Tomás Elías Bodean

El periodismo inmóvil y sus conexiones
Tomás Elías Bodean

  16:30 hs. Llega un mensaje al celular del periodista: Choque entre una moto y dos autos en la esquina de Presidente Perón y Boulevard Racedo. A los dos minutos la noticia se encuentra publicada como destacada en el diario digital y un “noticia en desarrollo” al final, hasta averiguar los demás datos. Este titular es leído por un locutor de radio, al tiempo que solicita a toda persona que se encuentre cerca del lugar de los hechos, que saque foto y envíe todo dato al que pueda acceder. Las redes sociales se ponen en movimiento con un hashtag. Llegan dos, tres, cuatro o cinco mensajes. “Llegó una ambulancia”; “Hay dos muertos”; “Hay tres heridos”; “Perdón, el muerto es uno solo”. 16:45 hs. la noticia tiene su cuerpo, y las personas ya pueden informarse.
  En un día común y corriente de periodismo de escritorio esta rutina puede pasar desapercibida. Se hace costumbre el confiar en los datos de posibles testigos. Con la sobrepoblación de celulares conectados a la red, mandan infinidad de mensajes con información que podría ser cierta, pero que deja en evidencia la distancia del periodista al hecho y los cambios que se producen en términos espaciales respecto al ejercicio de la profesión.
  La necesidad de publicar la noticia al instante, ganar la primicia por minutos a los demás medios, genera la desconexión del periodista con la realidad, con eso que pasa en la calle, el cómo pasa, el dónde, la posibilidad de establecer un por qué. El periodista moderno se conforma con responder a las cinco preguntas principales con posibilidades. Los conocidos qué, quién, cuándo, dónde y cómo, pero que mantienen pasivo al profesional cuando no aspira a un por qué y un para qué en el que indague la situación y se cuestione por qué pasa lo que pasa.
  Al no existir la presión de que el diario sale a imprenta y ya no se puede modificar ningún dato, coma o palabra, el periodista hace estimaciones frente a su pantalla. Tiene la tranquilidad de que ante cualquier error que un colega o un lector le marque, ingresa nuevamente y reescribe el texto. “En realidad el choque fue en Cura Álvarez y Racedo”. Ingresa, borra, reescribe y listo. El que leyó el anterior titular y luego se desconectó porque entraba a su trabajo a las 17 horas, continuará su día con información errónea. O peor aún, alguien que viva cerca del supuesto lugar de los hechos dejará de confiar en ese medio por vender humo.
  En la prensa gráfica, el hecho que ocurrió media hora después de que el diario, armado y chequeado, salió a impresión, queda para el ejemplar del día siguiente si es de importante relevancia. Lo digital se deja llevar por la gran vorágine de información que no se detiene en ningún momento del día. Aspira a dar cuenta de todo lo que ocurre en todos lados, y como seres humanos que estamos en permanente movimiento, los medios digitales tienen constante trabajo. Las noticias destacadas, las que en el papel duran todo un día en la primera plana, en la computadora no logran permanecer más que algunas horas. Llegan a actualizarse hasta cinco veces por jornada, ya que si los lectores no ven nada nuevo se ven tentados de aburrirse e ir a otras páginas.
  Se desdibujó la imagen de uno o varios periodistas que modelan las noticias y presentan la realidad a su parecer. Maxwell E. McCombs y Donald L. Shaw refieren a los cambios en el rol de la agenda y a la posibilidad por parte de los grandes medios de controlar a su público. Los autores afirman que “los medios masivos pueden no tener éxito en cuanto a decirnos qué pensar pero tienen un sorprendente éxito en cuanto a decirnos en qué pensar”. Intervienen tantos factores en conformación de la noticia que el rol de la agenda de prensa no se presenta como algo definido, sino como posibilidades según la visión de un medio. Se rompe con ese rol hegemónico y lo digital presenta una gran variante de alternativas para leer. El lector elige cuál le es más afín, pero no descarta el informarse de otros tantos sitios que presentan la realidad de otras maneras.
  No obstante, los intentos de concentrar el poder mediático en pocas manos resurgen con nuevas estrategias. Los medios digitales, con su propuesta democrática de libre pensamiento e información, no son capaces de reemplazar a todo el aparato conformado hace años de prensa en papel, radios y televisión. Jesús Canga Larequi asegura en Estudios sobre el Mensaje Periodístico que “la prensa y el nuevo medio son complementarios. La aparición de uno no tiene por qué suponer la desaparición del otro, ya que el negocio no es el soporte, sino la información”.
  En la historia de los medios de comunicación en la Argentina se distinguen diferentes etapas en las que predomina mayormente la prensa gráfica, en otras la radio, en otras la televisión. Esto deviene de factores como lo tecnológico y lo demandado socialmente. En la actualidad se rompe con gran parte del esquema comunicativo planteado desde hace años, con un emisor y receptor definido, para hablar de flujos. Cristina Corea, en Pedagogía del aburrido, asegura que “en la sociedad actual hay cada vez menos lugares (…) y más flujos de información en tiempo real”.
  Siendo el mensaje el protagonista, dejando de lado los demás elementos del esquema comunicativo, se generan multimedios en los que se alimentan recíprocamente de datos y generan mayor vuelco de información en los medios digitales. En Entre Ríos tenemos ejemplos claros como elentrerios.com que trabaja con Oíd Mortales Radio y tiene su versión impresa en la ciudad de Colón. A su vez, elonce.com recibe el gran porcentaje de información del canal de televisión del mismo nombre, así como el recientemente actualizado 9ahora.com. A su vez, cada uno de ellos se alimenta de agencias de prensa que trabajan en determinados territorios, como APF o Télam, ya que “los profesionales pasan a convertirse en proveedores de contenido, independientemente del soporte en el que finalmente distribuyan sus trabajos” (Canga Larequi, 2001).
  Este entrecruzamiento de información entre diferentes medios genera a la internas de cada producción una hibridación en el modo en que se piensa al lector, dado que aquello que se produzca para tv o radio, debe también ser pensado para el medio digital, y para luego difundirse en redes sociales, como por ejemplo en los 140 caracteres de Twitter.
  Son grandes herramientas las que devienen del soporte virtual. En una cultura en la que predomina lo visual, poder anexar al texto fotos, videos y audios, permite que las noticias sean más creíbles por mostrar fácilmente a los protagonistas del hecho en carne y hueso. Poseer mayor y mejores vías de contacto con los lectores, con quienes consumen la noticia, permite sumar mayor cantidad de voces a la hora de contar los hechos.
  Es necesario que así como la sociedad aprendió a ver en vez de oír, cuando la televisión surgió como nuevo medio de comunicación, que hoy todos aprendamos las nuevas reglas de juego que tienen los medios digitales. Si creemos que podemos abandonar toda antigua práctica periodística y dejar que el trabajo se haga solo entre máquinas, o que se rompen los límites entre quien escribe y quien lee, significa que no entendimos el gran potencial que tenemos con estas tecnologías y lo que significa ejercer la profesión del periodismo.

2 comentarios:

  1. Me atrapó el enganche de inicio. El discurso narrativo que involucró al periodista y apeló al lector, resulta un recurso que da vividez. Se refleja esa idea en la que se puede caer, y se cae de hecho en el periodismo digital, en el peligro en el manejo de la información fundado en el rumor, se puede desmentir o reformular pero el fantasma de lo dicho anteriormente queda como una sombra. Mi interpretación del manejo de la agenda y su democratización en la horizontalidad de las comunicaciones no concuerda con la opinión reflejada en el texto. Para mí, la conversión de los medios al entorno digital no modifica la cuestión de la agenda setting, es más, creo que estamos condicionados a ella, por un efecto cognitivo como definen los autores, por ej vemos un hecho en la calle, somos testigos presenciales y lo buscamos en el diario, en móvil, para saber qué pasó como si precisaramos que nos describan lo que vimos.Me gustó, era un tema denso, y lo hiciste fuído y cercano.

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