Comunicación en la era digital
Stefanía de la Fuente
Los
últimos avances tecnológicos y la consolidación del Internet como
nueva forma de construcción de saberes han ocasionado profundos
cambios sociales y políticos, pero sobre todo han transformado
completamente el escenario mediático.
En
una sociedad saturada verdades sesgadas donde cualquier persona puede
crear, acceder, utilizar y compartir información, el reto es
convertir ese flujo de mensajes en conocimiento. La tarea es aún más
difícil para los medios de comunicación tradicionales que deben
adecuarse a las exigencias que la sociedad de la información
requiere: actualización e innovación.
Las redes sociales han jugado un
papel fundamental en este cambio de velocidad en la comunicación.
Pensemos que hace 12 años los mensajes tardaban horas en llegar al
destinatario, en cambio en Facebook hoy podemos saber qué actividad
realiza una persona que está a miles de kilómetros de distancia de
mi ubicación, acompañar su recorrido con imágenes, enviarle un
comentario sobre lo que aquello me representa y esperar apenas
algunos minutos en que sea contestado. Entonces, la tecnología no
solo afecta a los medios de comunicación históricos sino que además
ha creado un nuevo espacio, un nuevo medio de comunicación, que es
aún más completo, integral e instantáneo.
Los medios masivos han cambiado
su proceso de producción y circulación de contenido sumando
herramientas audiovisuales y adoptando palabras utilizadas en
internet tales como primicia, tendencia, rating,
seguidores, hashtag,
posteo, comunidad virtual y tweet, en su vocabulario cotidiano. Gran
cantidad de diarios tienen su versión digital donde las noticias se
actualizan constantemente y otros tantos han decidido prescindir del
soporte impreso para dedicarse exclusivamente al digital; las radios
tienen su dial reproduciendo online las 24hs con programas en vivo y
podcast grabadaos, mientras que la televisión vincula las redes
sociales con sus programas como una forma de medir la audiencia y
saber qué les agrada a los televidentes.
Incluso el rol del profesional de
la comunicación ha mutado. Internet es aceptada por los periodistas
como una fuente directa de información, con la particularidad de
necesitar de una verificación exhaustiva y constante si se pretende
utilizar en forma responsable la gran cantidad de documentos que por
allí circulan.
Sin embargo, con la constante
búsqueda de primicia los medios digitales suelen caer en errores de
veracidad resultantes de publicaciones informales con escaso rigor
periodístico. Es en este punto en el que se desvirtúa el papel del
profesional y se mezcla con el aficionado a la tecnología, creando
un cóctel de nuevos seudo-periodistas.
A
medida que avanzan los conocimientos en torno a las herramientas
tecnológicas se facilitan también los saberes para crear páginas
web, lo cual produjo que emergieran cientos de direcciones dedicadas
a la publicación de noticias de toda índole y resignificando el
concepto mismo de noticia.
Hoy, las noticias más leídas en
Internet son aquellas que comentan sobre un video que se ha vuelto
viral, es decir, que es visto en todo el mundo y ha generado millones
de reproducciones en YouTube; las que revelan datos íntimos de
personajes públicos del país o las referidas a hechos policiales,
que además de ser las más leídas son también las más comentadas.
La
información sobre el espectáculo es consumida constantemente por
adultos y adolescentes que funcionan como encargados de gestar un
puente entre el mundo online y el elaborado por los medios
históricos: la plataforma Twitter es utilizada en la actualidad como
una agencia de medición de raiting y los diarios poseen un espacio
de comentarios donde sus lectores pueden hacer uso de su derecho de
expresión y hasta generan grupos para compartir cierto tipo de
información.
La
agenda que los medios llevan a cabo hoy no está dirigida simplemente
por la televisión y el diario como agentes apoderados de decidir qué
es noticia y qué no; el itinerario ha mutado y se ha amoldado a las
necesidades multimodales de la comunidad en red. Pero ¿Qué
beneficios encuentra la comunicación con esta nueva manera de
informar? ¿Cuál es el rol del periodista en la búsqueda y difusión
de la información en la actualidad?.
Pues bien, una de las eternas
discusiones en torno a la tarea del comunicador es la objetividad con
la que se deben tratar las noticias y la libertad para expresar una
postura ante determinada cuestión social. En Argentina es frecuente
oír hablar de medios monopólicos de comunicación, de libertad de
expresión, censura mediática y hasta se han diferenciado grupos
como periodistas independientes en contraposición a periodistas
militantes.
Las nuevas tecnologías permiten
correrse de esta polémica para darle espacio a quienes piensan en la
comunicación como un derecho humano por fuera de los intereses
sectoriales, es decir, aquellos medios que se autodenominan
independientes. Como se ha dicho, Internet es una herramienta para
los medios tradicionales, pero es además un instrumento de resguardo
de la autonomía de pequeños sectores que entienden a la
comunicación no como una mera reproducción de la información sino
como un instrumento para la construcción social de una nueva
realidad y la democratización de la palabra.
El
rápido alcance, el bajo costo, la libertad de utilización de
sofwares, la facilidad de acceso, el manejo por parte de la juventud,
la solución al problema de la distribución de los productos
comunicacionales, entre otras muchas especificaciones hacen que la
información digital sea tan importante en la actualidad que incluso
se dicten carreras universitarias con modalidad no presencial y sus
clases sean dadas a través de Internet. Sin embargo, ninguna de
estas características del Internet representan una amenaza para la
existencia de la prensa, pero si conllevan el desafío de coexistir
en un mundo cargado de pantallas que aún así defiende la palabra.
Finalmente, no es constructivo
discutir si serán los medios tradicionales los que sobrevivirán o
lo harán los medios únicamente digitales que ya son aceptados como
facilitadores de información instantánea, en todo caso, debe
discutirse qué papel querrá ocupar el comunicador en el medio de
está escena. Es esencial que el periodista no caiga en la postura
cómoda de generar contenido a pedido de la audiencia y pierda
aquello fundamental, que funda desde un primer momento la práctica,
informar sobre la realidad cotidiana con la mayor cantidad de pruebas
comprobadas y permitirle a la sociedad ejercer su derecho a conocer
qué sucede.
No hay comentarios:
Publicar un comentario